Paz, esa cosa inconcebible que nos come tratando de besarla. No expulsa de su nido con rabias y silencios prematuros, nos maltrata un poco para dejarnos saber que esta lejos de casa, de estas paredes, de estos tejidos.
Si, me da esa alegria saberte. Me da tu escencia.
Paz, que ries y lloras como el niño, ese niño jamas oculto.
Tranquilo, si, saltando unas murallas y unas gritas, me exilio en vos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario