lunes, 26 de abril de 2010

cansados

en la calma de los sauces caen las gotas de sus pasiones en la frente de los dormidos.
despierten hijos, murmullan los arboles. despierten hijas.
al abrir los ojos se sienta tranquila en la mesa y llora.
la hija de los arboles sufre por su silencio, sufre por todos nosotros en su soledad, porque la prefiere. porque ya no quiere entrar de nuevo a la habitacion donde hay un muerto esperando su mirada y sus acciones. le gustaria que el muerto se muera, pero ningun muerto muere y ella lo sabe. el muerto siempre la va a esperar en la habitacion porque es lo que mejor sabe hacer.
el tiempo flota trasparente y mientras ella esta hundida en otro mundo el tiempo que no rie ni llora la sobrepasa, la deja hecha un punto en el infinito. el tiempo indiferente la lleva de un lado para otro.
ya en la plaza, o en el balcon de nuevo ¿cuanto paso? ¿1 hora? ¿5? el tiempo es otro tiempo y la realidad esta ahi, indiferente tambien. ¿pero como?
el dia de ayer paso volando y mañana dije que hoy iba a salir a la superficie. ella sentada en la mesa piensa donde olvido la mochila que llevaba...
¿donde la deje?.- se preguntaba. el balcon desierto donde las plantas muertas le mienten y la vuelven loca.
la mochila sobre la mesa esta abierta, dos libros se asoman y hay un bulto negro en el fondo. ¿donde la deje?.- se preguntaba pensando apoyando su codo derecho sobre la mesa.

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